4 ESO, Ciencias sociales

I Guerra Mundial, Revolución Rusa, sufragismo, Entreguerras, totalitarismos, II Guerra Mundial

Empezamos la historia universal del siglo XX. Los temas de estudio son los siguientes:

  • I Guerra Mundial.
  • Revolución Rusa.
  • Entreguerras.
  • Crack de 1929.
  • Nazismo y fascismo.
  • II Guerra Mundial.

Seguro que te suenan personajes como Hitler, Mussolini, Lenin, Stalin o Churchill. Por cierto, ¿y qué pasa con las mujeres, no existen? Emmeline Pankhurst, por ejemplo, luchó por los derechos de las mujeres (sufragismo), logrando que en Reino Unido aprobasen el voto femenino.

El siglo XX empieza marcado por los años de la Paz Armada, que, finalmente, desembocará en la I Guerra Mundial. Las alianzas previas se consolidaron en una guerra que estaba previsto que durase escasas semanas. La contienda bélica duró 4 años, dejando millones de muertos, heridos, una economía calamitosa, revueltas populares y una crisis psicológica y emocional. Además, dejó la puerta abierta a la mal llamada gripe española de 1919.

Los horrores de la I Guerra Mundial serían el preludio de los años venideros. Decisivos serán los totalitarismos, o sea, el comunismo, el fascismo y el nazismo. El Tratado de Versalles puso fin a la I Guerra Mundial. Sin embargo, se puede decir que los países vencedores, en especial, Francia, quería vengarse de Alemania. La consecuencia fue una Alemania devastada y sometida a unas duras condiciones de paz. Fue el pretexto para que surgiera la figura de Adolf Hitler. Paralelamente, en Italia, Mussolini y los Camisas Negras dieron un golpe de Estado.

Mientras Europa se recuperaba lentamente gracias a la ayuda económica (Plan Dawes) de Estados Unidos, país que se convirtió en la gran potencia mundial. La especulación de los Felices Años ’20 condujo a la crisis de 1929.

La Unión Soviética, por su parte, ejecutó con Lenin avances sociales como la aprobación del divorcio, el aborto, el matrimonio civil, o la liquidación del analfabetismo y la primera agencia internacional para los estudios de la mujer (Zenotdel, de Alexandra Kollontai). No obstante, la represión política, caso de los campos de concentración (gulag), convirtió al país en una dictadura, sobre todo a partir de Stalin, donde se instauró un férreo control ideológico y un obsesivo culto al líder.

Los totalitarismos fueron la fórmula política que, al albor de la crisis económica, social y política, se fue imponiendo a lo largo de Europa. A esto se suma la debilidad de las democracias, como Reino Unido y Francia.

Regresando a Alemania, el control del III Reich de Hitler fue absoluto desde el comienzo. Las ideas de cómo debía ser el país fueron ya plasmadas en el Mein Kampf durante su período en la cárcel tras el golpe de Estado fracasado. Los comunistas y, sobre todo, los judíos fueron considerados los enemigos públicos del país. Perseguidos, reprimidos, concentrados (ghettos) y encarcelados (campos de concentración y exterminio, como Auschwitz). El expansionismo alemán (espacio vital) con la superioridad de la raza aria precipitó el estallido de la II Guerra Mundial.

I GUERRA MUNDIAL y REVOLUCIÓN RUSA

POSTGUERRA, FASCISMO, AÑOS ’20, CRISIS 1929, COMUNISMO (STALIN) y NAZISMO

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2 Bachillerato, Geografia

España en su contexto y diversidad regional

El presente tema, que abre o cierra el temario, trata de cuatro apartados:

  • 1. El proceso de organización político – administrativa de España.
  • 2. Las CC.AA. y las regiones.
  • 3. España en la U.E.
  • 4. Desequilibrios territoriales.

Por la Península Ibérica han pasado multitud de pueblos y civilizaciones. Hemos sido la Hispania romana, el Reino visigodo de Toledo, parte del Imperio Bizantino, la Al – Andalus musulmana (Emirato y Califato de Córdoba, Reinos de Taifas y Reino Nazarí de Granada, con unión y fragmentación), los reinos cristianos medievales (Asturias, León, Castilla, Aragón, Navarra), la Monarquía Hispánica (Casa de Austria),  y ya, con los Borbones, España tal y como la entendemos.

Este proceso histórico ha sido complejo y en cada época ha habido unas instituciones y unas leyes. En la Edad Media ya había cortes e instituciones políticas en Castilla, Aragón, Cataluña o Valencia. De hecho, la Generalitat de Cataluña tiene sus orígenes históricos en la Edad Media, concretamente en el reinado de Jaime I el Conquistador (siglo XIV). Y es que no podemos concebir a España como un país homogéneo, sino un país muy diverso y con una historia muy rica, donde hay que reconocer la pluralidad que, por suerte, tenemos. Siempre, claro, desde el respeto a todos los territorios.

En el siglo XIX, el nacionalismo surgió como una voz cultural, en primer instancia, y, después, política. Reclamaban la cultura, la lengua y los orígenes de un pueblo. No siempre, pero, en ocasiones, se llegó a expresar el nacionalismo como la superioridad de un pueblo frente a otro, y aquí sí que hubo conflicto. En nuestro país, podemos encontrar nacionalismo catalán, vasco, español (o castellano), mientras que el regionalismo se halla en Galicia, Asturias, Andalucía y otras regiones.

Durante la II República Española, regiones, como Cataluña, País Vasco y Galicia, obtuvieron el derecho a tener autonomía y sus instituciones. En Andalucía hubo votación, pero no todas las provincias quisieron dar el paso hacia la autonomía.

El golpe de Estado y la dictadura de Francisco Franco, significó la vuelta al centralismo. Con la restauración de la democracia, la Constitución de 1978 establece el derecho al acceso a la autonomía. Así, hoy, se habla de la España de las Autonomías, como el marco territorial que las españolas y los españoles nos hemos dado, con diálogo y con respeto a todas las regiones que componen nuestro país. Las tensiones entre CC.AA., siempre deben solucionarse en el marco de la democracia y la cooperación.

En un país tan heterogéneo como España es normal que surjan dificultades y tensiones, pero el respeto en el marco de la Constitución, de la democracia y del diálogo, nos permitirá solucionar los conflictos y salir fortalecidos/as.

La evolución histórica de nuestro país ha traído consigo una serie de desequilibrios territoriales. Los sectores y las inversiones económicas y la población, se concentran en puntos concretos del territorio. Existe una llamada «España vaciada«, que experimenta una progresiva despoblación y envejecimiento, donde cada vez hay menos inversiones públicas y privadas. Se cierran colegios y centros de salud, los/as ciudadanos/as pierden servicios, y ante la falta de trabajo, la juventud decide marcharse a las ciudades, con más oportunidades. Es el caso de Castilla y León o de Aragón, donde muchos pueblos corren el riesgo de desaparecer.

Hay desigualdad demográfica y política (menos o más inversiones, según el territorio), pero también económicas, siendo una de las más apreciables. Hay una España rica y próspera, con menos desempleo, en regiones con tradición industrial y que hoy han apostado en mayor medida por el I+D+i y por servicios de gran cualificación. Es el caso de Madrid, País Vasco, Navarra o Cataluña. Por el contrario, hay otra España, que, aunque está luchando por recortar la brecha económica y que ha alcanzado mayores cuotas de desarrollo, sigue arrastrando una desigualdad económica acuciante. Es el caso de Andalucía, Extremadura o Castilla – La Mancha.

La desigualdad, incluso, es perceptible a nivel de las propias CC.AA. Así, en Andalucía, ciudades como Málaga y Sevilla son, con diferencia, las más boyantes e innovadoras.

Por ello, y para combatir las desigualdades sociales, económicas y demográficas, España y la Unión Europea tienen programas y políticas. En este sentido, sobresalen las ayudas comunitarias, como el Fondos de Cohesión, que han permitido invertir en infraestructuras (AVE, colegios, hospitales, vivienda, etc.) y mejorar el nivel de vida.

VÍDEOS EXPLICATIVOS DEL TEMA:

I. EL PROCESO DE ORGANIZACIÓN POLÍTICO – ADMINISTRATIVA DE ESPAÑA

II. LAS CC.AA. y LAS REGIONES, y ESPAÑA EN LA UNIÓN EUROPEA 

III. DESEQUILIBRIOS REGIONALES 01

IV. DESEQUILIBRIOS REGIONALES 02

IMÁGENES DEL TEMA: